Las vías ferratas en Huesca son una experiencia única que combina escalada, naturaleza y emoción.
Con Pirineo Activo, descubrirás algunos de los recorridos verticales más espectaculares del Pirineo Aragonés, adaptados a todos los niveles.
Una vía ferrata es un itinerario vertical equipado con grapas, peldaños, puentes tibetanos y cables de seguridad.
Te permite ascender por paredes de roca de forma segura, incluso sin experiencia previa, gracias al uso de arnés, casco y disipador.
En Huesca encontrarás ferratas ideales tanto para iniciarte como para superar retos técnicos.
Desde rutas familiares hasta itinerarios aéreos con puentes y desplomes, nuestros guías titulados te acompañarán para que vivas una aventura segura y divertida.
Algunas de las más populares:
-Obarra
-Sacs
-El Morral
-Iserías(Canfranc)
-Canal Del Palomo
-Espolón de la Virgen
-Articaplena
-Peñas juntas
Y MUCHAS MÁS
La dificultad global de una ferrata se gradúa con el sistema de la escala de Hüsler, y viene ordenada de menor a mayor de la siguiente forma:
Todas nuestras salidas incluyen:
Sube por los paisajes verticales más impresionantes del Pirineo Aragonés. Ya sea tu primera vez o busques un nuevo desafío, te ayudamos a encontrar la vía ferrata en Huesca perfecta para ti.
Salidas diarias desde Aínsa, Broto, Rodellar y más.
Con precios desde 55 €/persona, seguro de accidentes, fotos incluidas y atención personalizada, tu próxima experiencia de montaña comienza aquí.
Reserva ya tu vía ferrata en Huesca con Pirineo Activo y conquista la verticalidad con total seguridad.
A lo largo de la historia, en muchas montañas del mundo, se encuentran sistemas antiquísimos que fueron los precursores de las vías ferratas modernas.
Desde el Neolítico, estas estructuras permitieron a los humanos atravesar montañas en su búsqueda de recursos esenciales como agua, leña o lugares de pastoreo.
También facilitaron el acceso a zonas sagradas y rituales, adaptando pasos complejos mediante herramientas rudimentarias.
Un ejemplo fascinante se encuentra en los cañones de la Sierra de Guara, donde aún se conservan huellas de estos antiguos pasos, algunas con miles de años de antigüedad.
En regiones como el Atlas, destacan las “ferratas bereberes” de Taghia, que, a pesar de su sencillez, son auténticas obras maestras.
Construidas con piedras y palos, crean caminos que desafían el vacío y permiten el paso tanto de personas como de animales, incluso sobre paredes verticales de más de 300 metros.
En cuanto a las vías ferratas tal y como las conocemos hoy, se considera que la primera fue instalada en 1843 para facilitar el ascenso al pico Hoher Dachstein en Austria.
Posteriormente, en 1869, se equipó el monte Großglockner con un sistema similar. En España, las famosas clavijas de Cotatuero, ubicadas en el Valle de Ordesa, se colocaron en 1881 para facilitar a los cazadores británicos el acceso a la Brecha de Roldán.
Estas clavijas, obra de un herrero de Torla, se mantienen en uso y atraen cada año a miles de aficionados.
La evolución de las vías ferratas continuó en los Dolomitas, donde en 1903 se instaló la primera en la Marmolada.
Durante la Primera Guerra Mundial, estas estructuras cobraron un papel clave en el frente entre Italia y Austria-Hungría, ya que los soldados usaban estas instalaciones para alcanzar cumbres estratégicas y establecer puntos de observación.
En la Segunda Guerra Mundial, estas rutas volvieron a ser esenciales, adaptándose a los avances tecnológicos mediante cables de acero y escaleras metálicas.
Con el fin de los conflictos bélicos, las ferratas comenzaron a utilizarse con fines recreativos y deportivos.
Este cambio marcó el nacimiento de las vías ferratas modernas, que, con sus actualizaciones, se expandieron rápidamente por todo el mundo.
Aunque las Dolomitas siguen siendo su cuna más icónica, hoy en día encontramos vías ferratas en multitud de lugares que combinan historia, deporte y aventura.
En Pirineo Activo, tu seguridad es nuestra prioridad. Sabemos que las actividades en la naturaleza implican algunos riesgos, pero nuestros guías están altamente capacitados para minimizar cualquier peligro y garantizar una experiencia segura y enriquecedora.
Durante las rutas, el guía tomará decisiones pensando siempre en la seguridad del grupo. Esto puede incluir ajustes en el itinerario o incluso la cancelación de la actividad en caso de condiciones adversas. Te pedimos que sigas sus indicaciones en todo momento para disfrutar de una experiencia segura y sin preocupaciones. Si decides actuar por tu cuenta, será bajo tu responsabilidad.
Estamos aquí para ofrecerte una aventura inolvidable, siempre cuidando de ti y del entorno que nos rodea.
No necesitas ser un atleta, pero es importante tener una condición física básica, ya que estas actividades requieren cierta resistencia y fuerza en brazos y piernas.
El equipo esencial incluye un arnés homologado, disipador de energía con mosquetones especiales para vía ferrata, casco, guantes de protección y calzado adecuado con buen agarre.
Clasificamos las vías ferratas en niveles de dificultad: fácil, intermedio y avanzado.
Antes de reservar, te proporcionamos información detallada sobre la ruta, incluyendo su duración, altura y nivel técnico, para que elijas la que mejor se adapte a tus capacidades y experiencia.
Si el clima se vuelve desfavorable, como lluvia, tormentas o fuertes vientos, el guía tomará decisiones inmediatas para garantizar la seguridad del grupo.
Esto puede incluir detener la actividad, buscar refugio o regresar al punto de inicio.
No necesariamente. Tenemos vías ferratas ideales para principiantes, donde aprenderás las técnicas básicas y te familiarizarás con el equipo.
Para niveles más avanzados, sí es recomendable tener experiencia previa o una buena forma física.
Recomendamos llevar snacks energéticos, como barritas, frutos secos o fruta fresca, y suficiente agua para mantenerte hidratado.
En rutas largas, un bocadillo ligero puede ser útil. Siempre te informaremos si hay puntos de descanso o zonas para comer durante la actividad.
Generalmente comenzamos temprano en la mañana para aprovechar las mejores condiciones climáticas y la luz del día.
El guía estará allí para ayudarte y adaptarse a tu ritmo, pero si tienes miedo a las alturas severo, te recomendamos empezar con una vía ferrata de baja dificultad o incluso hacer un curso introductorio antes de aventurarte en una ruta más exigente.
Normalmente trabajamos con grupos pequeños, entre 2 y 6 personas, para garantizar una experiencia personalizada y segura.
Si no se completa el grupo mínimo, podemos organizar una salida privada o ajustar el itinerario para que puedas disfrutar de la actividad.
Raúl
Pirineo Activo
Raúl
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