¿Buscas una experiencia cargada de adrenalina, paisajes impresionantes y conexión con la naturaleza? La Vía Ferrata El Escuacho, en Escarrilla, te invita a descubrir el lado más salvaje y emocionante del Valle de Tena, en una actividad apta para todos los niveles y con vistas que te dejarán sin aliento.
Ubicada en un entorno natural privilegiado, entre los embalses de Lanuza y Búbal, esta vía ferrata se adapta tanto a quienes se inician en este deporte como a los más experimentados que buscan un reto técnico.
El recorrido se divide en tres secciones progresivas:
Tramo fácil (K1/K2): Ideal para comenzar, con pasos sencillos y seguros.
Tramo intermedio (K3): Más vertical y emocionante, perfecto para los que buscan algo más.
Tramo completo (K4): Para aventureros con experiencia, con desplomes mantenidos y un gran reto físico.
Ya sea que vengas en grupo, en familia o por tu cuenta, esta actividad te hará vivir una jornada inolvidable. Además, nuestros guías expertos te acompañan en todo momento, proporcionándote el material homologado y asegurando una experiencia segura de principio a fin.
En Pirineo Activo te ofrecemos todo lo necesario para que disfrutes la Vía Ferrata El Escuacho con tranquilidad y diversión: guía profesional, equipo de seguridad, asesoramiento previo y fotos de recuerdo.
Reserva ahora tu plaza y prepárate para vivir una aventura vertical en el Pirineo que no olvidarás.
Naturaleza, adrenalina y paisajes únicos te esperan en Escarrilla.
A lo largo de la historia, en muchas montañas del mundo, se encuentran sistemas antiquísimos que fueron los precursores de las vías ferratas modernas.
Desde el Neolítico, estas estructuras permitieron a los humanos atravesar montañas en su búsqueda de recursos esenciales como agua, leña o lugares de pastoreo.
También facilitaron el acceso a zonas sagradas y rituales, adaptando pasos complejos mediante herramientas rudimentarias.
Un ejemplo fascinante se encuentra en los cañones de la Sierra de Guara, donde aún se conservan huellas de estos antiguos pasos, algunas con miles de años de antigüedad.
En regiones como el Atlas, destacan las “ferratas bereberes” de Taghia, que, a pesar de su sencillez, son auténticas obras maestras.
Construidas con piedras y palos, crean caminos que desafían el vacío y permiten el paso tanto de personas como de animales, incluso sobre paredes verticales de más de 300 metros.
En cuanto a las vías ferratas tal y como las conocemos hoy, se considera que la primera fue instalada en 1843 para facilitar el ascenso al pico Hoher Dachstein en Austria.
Posteriormente, en 1869, se equipó el monte Großglockner con un sistema similar.
En España, las famosas clavijas de Cotatuero, ubicadas en el Valle de Ordesa, se colocaron en 1881 para facilitar a los cazadores británicos el acceso a la Brecha de Roldán.
Estas clavijas, obra de un herrero de Torla, se mantienen en uso y atraen cada año a miles de aficionados.
La evolución de las vías ferratas continuó en los Dolomitas, donde en 1903 se instaló la primera en la Marmolada.
Durante la Primera Guerra Mundial, estas estructuras cobraron un papel clave en el frente entre Italia y Austria-Hungría, ya que los soldados usaban estas instalaciones para alcanzar cumbres estratégicas y establecer puntos de observación.
En la Segunda Guerra Mundial, estas rutas volvieron a ser esenciales, adaptándose a los avances tecnológicos mediante cables de acero y escaleras metálicas.
Con el fin de los conflictos bélicos, las ferratas comenzaron a utilizarse con fines recreativos y deportivos.
Este cambio marcó el nacimiento de las vías ferratas modernas, que, con sus actualizaciones, se expandieron rápidamente por todo el mundo.
Aunque las Dolomitas siguen siendo su cuna más icónica, hoy en día encontramos vías ferratas en multitud de lugares que combinan historia, deporte y aventura.
En Pirineo Activo, tu seguridad es nuestra prioridad. Sabemos que las actividades en la naturaleza implican algunos riesgos, pero nuestros guías están altamente capacitados para minimizar cualquier peligro y garantizar una experiencia segura y enriquecedora.
Durante las rutas, el guía tomará decisiones pensando siempre en la seguridad del grupo. Esto puede incluir ajustes en el itinerario o incluso la cancelación de la actividad en caso de condiciones adversas.Te pedimos que sigas sus indicaciones en todo momento para disfrutar de una experiencia segura y sin preocupaciones. Si decides actuar por tu cuenta, será bajo tu responsabilidad.
Estamos aquí para ofrecerte una aventura inolvidable, siempre cuidando de ti y del entorno que nos rodea.
Clasificamos las vías ferratas en niveles de dificultad: fácil, intermedio y avanzado.
Antes de reservar, te proporcionamos información detallada sobre la ruta, incluyendo su duración, altura y nivel técnico, para que elijas la que mejor se adapte a tus capacidades y experiencia.
Si el clima se vuelve desfavorable, como lluvia, tormentas o fuertes vientos, el guía tomará decisiones inmediatas para garantizar la seguridad del grupo.
Esto puede incluir detener la actividad, buscar refugio o regresar al punto de inicio.
No necesariamente. Tenemos vías ferratas ideales para principiantes, donde aprenderás las técnicas básicas y te familiarizarás con el equipo.
Para niveles más avanzados, sí es recomendable tener experiencia previa o una buena forma física.
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